Un antiguo acueducto abandonado y contaminado es la única fuente de abastecimiento de agua para un grupo de pobladores de calle Iris, en el corregimiento de Guadalupe, distrito de La Chorrera.
Debido al consumo de esta agua no potable, enfermedades gastrointestinales e incluso casos de hepatitis y parásitos han surgido entre la población infantil, advierten los pobladores.
Quienes más utilizan esta agua son en su mayoría familias indígenas que residen en este sector de La Pesa, mientras que el resto de la población debe comprar agua embotellada.
Otra opción es acarrear tanques de agua desde casas de familiares, aunque no todos tienen los recursos económicos o la ayuda necesaria para ello.
Esta situación se ha prolongado por más de seis meses, luego de que el Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN) instaló un tanque de almacenamiento.
Niurka de Castillo, residente en esta comunidad, explica que por la geografía elevada del terreno el agua no tiene el impulso necesario para llegar a todas las casas.
La opción planteada por el IDAAN es reactivar un pozo profundo, lo cual implicará la compra de una turbina, además de depender del resultado de los análisis de la muestra de agua tomada.
El análisis del agua del pozo profundo ya había sido solicitado dos meses atrás al IDAAN por la comunidad, pero sin obtener una respuesta.
A la comunidad también le preocupa que en el punto en donde se ubica el pozo profundo se han registrado varios derrumbes que han afectado el camino.